EL CAMINO
Después de atravesar todo tipo de obstáculos y desafíos, llega un momento en el que a todos nos llegan atisbos de percepción, pequeños albores de una Verdad que comienza a saberse por dentro, con una seguridad y certeza tan grande, que nada ni nadie podría convencernos de lo contrario. Esa es la auténtica sabiduría interna, basada en la experiencia, en nuestra propia experiencia, y no solo en lo que aprendemos de los libros o incluso de los propios maestros. Son ellos mismos, los auténticos maestros y gurús, los que nos guían, una y otra vez, al descubrimiento de ese maestro interno que todos tenemos dentro y a dejar de depender en el exterior, incluso en el excesivo apego hacia la forma física de un maestro o gurú.
Esa es la verdadera lección del desapego y el último paso hacia el autoconocimiento.
Finalmente, no queda otra opción que mirar hacia dentro y observar con infinita paciencia nuestro propio proceso personal, hasta conseguir desapegarnos de nosotros mismos. Observar, y ser capaces de transcender este pequeño yo, para acceder al Yo Soy que verdaderamente Es, más allá de toda ilusión de los sentidos.
Hay muchos caminos, muchas técnicas disponibles, muchas formas de acceder a esta presencia, a este conocimiento del Ser. A cada uno le va llegando lo que está preparado para recibir, ni más ni menos. La impaciencia, la rebeldía, la necesidad de huir, la falta de aceptación… no hacen sino retrasar el momento de la toma de conciencia, y a la vez, en sí mismos, forman parte también de nuestro proceso de aprendizaje. A través de ellos, de su necesaria experimentación, llegamos finalmente a la conclusión de que ya no son necesarios, y accedemos a otros patrones de conducta.
Todos tenemos problemas y desafíos, si no, ¡Qué aburrida seria la vida!
Gracias a ellos, somos también capaces de apreciar las bendiciones en nuestra vida, los momentos de felicidad, todas las cosas que podemos agradecer.
Los problemas y desafíos existen para que nosotros aprendamos a superarlos, aprender de ellos y ganar en confianza y fortaleza. No se nos da nada que no seamos capaces de superar.
A veces es bueno alejarse un poco de una situación para tomar perspectiva, lo cual conduce muy frecuentemente a una mayor apreciación de lo que tenemos, gracias a una nueva mirada arrojada sobre ello.
A veces son necesarios los viajes, las búsquedas, pero finalmente tenemos que afrontar la realidad del aprendizaje que nos aguarda, a través de los mejores maestros de nuestra vida, los que nos circundan en nuestro entorno más cercano.
Todo está creado para que al final podamos darnos cuenta de que todo lo que buscamos fuera… ¡está dentro de nosotros!
Pero esto hay que vivirlo. De nada sirve leerlo, escucharlo… es necesario experimentarlo dentro, a través de nuestro aprendizaje, para darnos cuenta de que esta es la verdad.
Desarrollamos con la practica la habilidad para dejar de “etiquetar” los sentimientos: ya no necesitamos huir de aquellos sentimientos que nos incomodan, o tratar de eliminarlos con la fuerza, sino que aprendemos a observarlos. Esta propia observación en la que no se aplica el esfuerzo, sino solo una atenta mirada, sin juicio, termina por disolverlos.
Dejamos entonces de etiquetar las emociones como buenas o malas y nos sumergimos en la experimentación de lo que es.
A veces es necesario experimentar la sombra para apreciar la luz, para anhelarla con una intensidad tal, que finalmente no pueda evitar venir a nuestro encuentro.
Sin embargo, no perdamos de vista que, para proyectar una sombra, es necesario la luz… y que la luz está detrás de cada sombra, más cerca de nosotros de lo que pensamos.
Muchos tenemos que atravesar densos periodos de sufrimiento, mientras otros saborean una andadura más ligera. Nada de ello es casual, todo orquestado para nuestra mejor evolución y aprendizaje.
En nuestro caminar, tropezamos en muchas ocasiones, nos frustramos, nos enfadamos… experimentamos una montaña rusa de emociones que, con el tiempo, se van suavizando, y nosotros, más atentos, podemos observarlas de forma más ecuánime.
En otras ocasiones somos capaces de entender ciertas cosas con facilidad, de sentirlas dentro, de percibir la verdad y expresarla, vivirla, experimentarla. En estos momentos, nuestra inspiración puede llegar a ser tal que quisiéramos compartirla con todo el mundo, hacerles a todos partícipes de ese bello estado de percepción que estamos habitando. Surge el deseo impulsivo de ayudar, de aliviar el sufrimiento de otros, de expandir luz y amor por todos los rincones de la tierra, una empatía sincera que nace de dentro, y que se extiende hacia todos los seres de la tierra y hacia toda la creación.
Me pregunto si está sola aspiración ya esté haciendo un hermoso trabajo, a niveles que no podemos entender aún, y aportando un granito de arena en la sanación común del Ser que somos.
Estamos aquí para ayudarnos, inspirarnos, unos a otros.
Sin embargo, cada uno tiene que atravesar su propio aprendizaje.
No se trata de comparar o acelerar procesos. La experiencia llega desde dentro de cada ser.
No se trata de “transferir” experiencias y percepciones, lo cual no es posible, sino de acompañar e inspirar a otros en el camino de la vida.
Nadie sabe qué pruebas, sufrimientos o angustias han atravesado anteriormente esas almas a las que ahora vemos con admiración. Todo lo que ocurre y ha ocurrido, es y ha sido necesario.
Todo es perfecto para cada uno de nosotros y sería bueno comenzar a observarlo de esa manera, comenzar a practicar realmente la aceptación en nuestras vidas. No es que no haya que hacer planes, tener objetivos, etc.… eso forma parte de la vida humana, y todos nosotros estamos dotados del poder creador y creativo de Dios, y es nuestro trabajo usarlo. A lo que me refiero es a la necesidad de aprender a vivir en el Ahora, y aceptar lo que vivimos en el momento presente.
No existe nada más.
Sin embargo, estamos demasiado acostumbrados a perpetuar los pensamientos y acontecimientos del pasado, o en vivir atemorizados por lo que pueda traer el futuro.
Vivimos moviéndonos entre el pasado y el futuro, entre la culpa y el miedo, y nos olvidamos del presente, lo único que somos capaces realmente de vivir y apreciar.
Es en el presente donde somos capaces de perdonar el pasado y crear nuevos futuros, nuevas posibilidades que se abren ante nosotros como consecuencia del cambio en el patrón del pensamiento. Es necesario romper este antiguo patrón si queremos construir algo nuevo. De nada nos sirve lo viejo, que no nos estaba llevando a ninguna parte.
¿Cuál es nuestro objetivo? ¿Nuestra aspiración?
Podemos comenzar con muchos planes y objetivos dentro del mundo, movernos de unos a otros, a nuestro ritmo, en diversos niveles dentro de este sueño colectivo…pero al final nos daremos cuenta inevitablemente de que todo esto es un sueño fabricado para nuestro despertar, y de que ese despertar es nuestro verdadero objetivo en esta vida.
Saber y experimentar que somos más que este cuerpo físico y esta mente inquieta. Darnos cuenta de que somos el alma que habita temporalmente este, nuestro templo transitorio.
Acceder a la sabiduría intuitiva del alma, al directo conocimiento de nuestra verdadera naturaleza de Existencia, Consciencia y Gozo infinito, el despertar a la realización del SER.
Que todos seamos capaces de caminar, con paso decidido, con fe y confianza, hacia ese despertar…
Despertar a nuestra propia naturaleza, a lo que en esencia... ya Somos.
Con amor
Daya
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THE WAY
After going through all kinds of obstacles and challenges, there comes a time
when we all get glimpses of perception, small dawn of a Truth that begins to be
known inside, with such great security and certainty, that nothing and nobody
could convince us on the contrary. That is true inner wisdom, based on
experience, on our own experience, and not just on what we learn from the books
or even from the masters themselves. They are indeed, the true masters and
gurus, who guide us, again and again, to the discovery of that internal master
that we all have within and to stop depending on the outside, even in the
excessive attachment to the physical form of a master or guru. .
That is the true lesson of detachment and the last step towards Self-knowledge.
Finally, there is no other option but to look within and observe with infinite
patience our own personal process, until we are able to detach ourselves from
our own egoic selves. Observe, and be able to transcend this little “I”, to
access the I Am that truly Is, beyond all illusion of the senses.
There are many ways, many techniques available to us, many ways of accessing
this presence, this knowledge of the Self. Each one receives what he is
prepared to receive, no more and no less. Impatience, rebellion, the need to flee,
the lack of acceptance ... only delay the moment of awareness, and at the same
time, in themselves, are also part of our learning process. Through them, from
their necessary experimentation, we finally reach the conclusion that they are
no longer necessary, and we access other patterns of behavior.
We all have problems and challenges, if not, how boring life would be!
Thanks to them, we are also able to appreciate the blessings in our life, the
moments of happiness, all the things that we can be thankful for.
Problems and challenges exist for us to learn to overcome them, learn from them,
and gain confidence and strength. We are not given anything that we are not
able to overcome.
Sometimes it is good to get a little away from a situation to take perspective,
which very often leads to a greater appreciation of what we have, thanks to a
new look thrown at it.
Sometimes the journeys, the searches are necessary, but finally we have to face
the reality of learning what awaits us, through the best teachers of our lives,
those who surround us in our closest environment.
Everything is created so that in the end we can realize that everything we look
for outside ... is inside of us!
But this must be lived. There is no use reading it, listening to it… it is
necessary to experience it inside, through our own learning process, to realize
that this is the truth.
We develop the ability to stop "labeling" feelings: we no longer need
to run away from those feelings which bother us, or try to forcefully eliminate
them, but learn to observe them instead. This very observation in which effort
is not applied, but only a careful look, without judgment, ends up dissolving
them.
We then stop labeling emotions as good or bad and dive into experiencing them,
into the experience of what is.
Sometimes it is necessary to experience the shadow in order to appreciate the
light, to yearn for it with such intensity that finally it cannot avoid coming
to meet us.
However, let's not lose sight of the fact that to project a shadow, a light is
needed... and also that light is behind each shadow, closer to us than we
imagine.
Many of us have to go through dense periods of suffering, while others savor a
lighter walk. None of it is accidental, all orchestrated for our best evolution
and learning.
In our walk, we stumble on many occasions, we get frustrated, we get angry ... we
experience a roller coaster of emotions, which over time, softens, and we, more
attentive, are able observe them in a more equitable way, with more equanimity.
In other occasions we are able to understand certain things easily, to feel
them inside, to perceive the truth and express it, live it, experience it. In
these moments, our inspiration can become such that we would like to share it
with everyone, to make everyone part of that beautiful state of perception that
we are inhabiting. It may arise the impulsive desire to help, to alleviate the
suffering of others, to spread light and love in all corners of the earth, a
sincere empathy that is born from within, and that extends to all beings on
earth and the whole creation.
I wonder if this single aspiration is already doing a beautiful job, at levels
that we cannot yet understand, and contributing as grain of sand in the healing
of the common Being that we all are.
We are here to help, inspire, each other.
However, everyone has to undergo their own learning.
It is not about comparing or speeding up processes. The experience comes from
within each being.
It is not a matter of “transferring” experiences or perceptions, which is not
possible, but of accompanying and inspiring others in the path of life.
Nobody knows what trials, sufferings or anguishes those souls that we now
admire have previously gone through. Everything that happens and has happened
is and has been necessary.
Everything is perfect for each of us and it would be good to start looking at
it that way, to really start practicing acceptance in our lives. It is not that
there is no need to make plans, have objectives, etc. ... that is part of human
life, and all of us are endowed with the creative power of God, and it is our
job to use it. What I am referring to is the need to learn to live in the Now,
and accept what we live in the present moment.
There is nothing else.
However, we are too used to perpetuating past thoughts and events, or living in
fear of what the future may bring.
We live moving between the past and the future, between guilt and fear, and we
forget the present, the only thing we are truly capable of living and
appreciating.
It is in the present where we are able to forgive the past and create new
futures, new possibilities that open before us as a consequence of the change
in the pattern of thought. It is necessary to break this old pattern if we want
to build something new. The old is of no use to us, for it was taking us
nowhere.
What is our objective? Our aspiration?
We can start with many plans and objectives within the world, move from one to
another, at our own pace, at various levels within this collective dream ...
but in the end we will inevitably realize that this is all a dream made for our
awakening, and that awakening is our true goal in this life.
To Know and experience that we are more than this physical body and
this restless mind. To realize that we are the soul that temporarily inhabits
this particular temple of ours.
Access the intuitive wisdom of the soul, the direct knowledge of our true
nature of Existence, Consciousness and infinite Joy, the awakening to the
realization of the SELF.
May we all be able to walk, with a determined step, with faith and confidence,
towards that awakening...
Awakening to our own nature, to what we essentially already Are.
Love
Daya
Me encantó
ReplyDeleteMuchas gracias Daya
Bendiciones!
Muchas gracias por compartir esta visión. Resulta inspirador
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