PENTECOSTÉS
… Y el símbolo del Espíritu Santo que desciende, y que al mismo tiempo ya está aquí y ahora.
Invoco tu Nombre, que es el mío propio.
Vehículo soy de tu Espíritu y, a través del instrumento, la Palabra.
Mientras soy vivida y Vivo, escribo… y escribo lo que Vivo a través de la experiencia.
Hablo Contigo porque es con quien mejor he aprendido a hablar.
Trato de expresar con palabras lo que está más allá de ellas, y de esa forma, compartirlo.
Es un impulso que me llega por sí mismo, algo que fluye de forma natural a través de mí.
Nada requiere ya esfuerzo en esta, mi nueva Vida.
Ahora, la
delicadeza abre las puertas al Espíritu.
La suavidad acaricia el alma con los frutos del Encuentro.
Como un rio, que fluye con su dulce murmullo hacia su inevitable destino, así me dejo llevar por la Vida que me sostiene, por este Espíritu y su vibración.
Desaparecen por si solas, una a una, las preguntas, los deseos, los miedos, las resistencias…
En este fluir del alma hacia su amado Ser me acompañan de forma creciente la paz y la calma, la entrega, la confianza… la dicha y la gloria.
Voy regresando al verdadero hogar del que nunca me fui en realidad.
Regreso agradecida hacia la capacidad de ver lo que Es, la verdad que subyace todo.
Regreso por fin al Ser.
Fluyendo estoy, en el camino a casa.
Con amor,
Daya
_______________
PENTECOST
… And the symbol of the descent of the Holy Spirit, which at the same time is
already here and now.
I invoke your Name, which is my own.
I am a vehicle of your Spirit and, through the instrument, the Word.
As long as I am being lived and I live, I write ... and I write what I live
through experiencing.
I speak to You because it is with Whom I have learned best to speak.
I try to express in words what is beyond them, and in this way, be able to share
it.
It is an impulse that comes to me by itself, something that flows naturally
through me.
Nothing requires effort in this, my new Life.
Now delicacy opens the doors to the Spirit.
Softness caresses the soul with the
fruits of the Encounter.
Like a river that flows with its sweet murmur towards its inevitable destiny,
so I let myself be carried away by the Life that sustains me, by this Spirit
and its vibration.
The questions, the desires, the fears, the resistance, disappear by themselves,
one by one.
In this flow of the soul towards his beloved Being, new traveling companions: peace
and calm, surrender, trust, happiness and glory accompany me in an increasing
way.
I'm going back to the true home I never really left.
I gratefully return to the ability to see what Is, the Truth that underlies
everything.
I finally return to Being.
I'm flowing, on the way home.
Love
Daya
No comments:
Post a Comment