PAZ EN MEDIO DE LA DIFICULTAD
Si alguna vez tenemos ganas de protestar… intentemos dar las gracias en su lugar.
Si tenemos el hábito de quejarnos, ¿Qué tal ponernos en otra piel? Y así ser capaces de apreciar y agradecer lo que sí va bien en nuestra vida… ser capaces de apreciar las flores, más allá de las espinas… los regalos de la vida, a veces tan disfrazados, que aún no somos capaces de comprender.
Imaginemos por un momento que el cuerpo que habitamos ha tenido que ingresar en un hospital. Una repentina ausencia de salud, una urgencia a solucionar, una cirugía, y un asociado miedo, vulnerabilidad, incertidumbre… un encuentro cara a cara con lo inevitable y una ocasión para desarrollar la fe… o la desesperanza.
En un tiempo donde las visitas a hospitales se encuentran restringidas, qué buena oportunidad para recurrir a uno mismo en busca del amor y el afecto que no puede encontrar fuera de sí. La aparente perdida de libertad, la duda y la privación del contacto con los seres queridos, se convierten en una oportunidad de crecimiento, un nuevo desafío con el correspondiente aprendizaje, una búsqueda hacia dentro hasta encontrar la propia fuente del amor, la fe y la confianza en el interior.
La clave es estar preparado mentalmente para cualquier desenlace. La clave es vivir en paz las pruebas que va tocando vivir. La clave es la fe, la esperanza, viendo en cada prueba, el siguiente paso, el siguiente escalón en nuestro camino por la vida.
Sabernos en manos de Dios y no querer controlarlo todo mentalmente… hay cosas que se escapan a nuestro control, en verdad, la mayoría de ellas…
Gratitud, incluso en medio del aparente caos.
Paz, incluso rodeada de incertidumbre. Paz, precisamente ahí, paz y entrega, la última entrega, la del preciado cuerpo, y hacerla de corazón.
Y una vez cerrados los ojos, dormidos, anestesiados… entregarse a Dios, ceder el control de nuestra vida y ponerla en sus manos.
Nacer por su gracia de nuevo, despertar a la vida, vacía por dentro ahora, para ser llenada de lo Nuevo, de lo que está por venir.
Agradecer la renovada libertad, poniendo en Sus manos la recuperación, a la vez que la inspiración llena la mente y conmueve el espíritu.
Es el momento de Ser, de crear, de vivir y de contagiar vida.
Para eso estoy aquí. Para eso he venido y he regresado.
En las diversas pruebas de la vida, cuando la desesperanza y el desánimo llaman a nuestra puerta ... contrarréstemelas con una calmada presencia y gratitud interior.
Que todos podamos apreciar el presente y sus regalos.
Que no nos perdamos en la queja, en las percepciones de escasez y de carencia, sino que seamos capaces de cultivar un espíritu de profundo agradecimiento.
Que podamos aprender de todas las oportunidades que nos ofrece la vida, mientras caminamos por ella con amor y gratitud.
Con amor
Daya
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PEACE IN THE MIDST OF DIFFICULTY
If we ever feel like protesting… we can try to be thankful instead.
If we have a habit of complaining, how about putting ourselves on another skin?
And so be more able to appreciate and be grateful for what is going well in our
lives ... be able to appreciate the flowers… and not only the thorns… the gifts
of life, so in disguise, that we are not yet able to understand…
Let us imagine for a moment that the body we inhabit has had to be admitted to
a hospital. A sudden absence of health, an urgency to solve, a surgery, and an
associated fear, vulnerability, uncertainty ... a face-to-face encounter with
the inevitable and an occasion to develop faith ... or hopelessness.
In a time when hospital visits are restricted, what a good opportunity to turn
to yourself in search of love and affection that you cannot find in the outside.
The apparent loss of freedom, doubt and deprivation of contact with loved ones,
become an opportunity for growth, a new challenge with the corresponding
learning process, an inner search until finding the source of love, faith and
trust inside.
The key is to be mentally prepared for any outcome. The key is to live in peace
the trials that are going to live. The key is faith, hope, seeing in each test,
the next step on our way through life.
Knowing ourselves in God's hands and not wanting to control everything mentally
... there are things that are beyond our control, in truth, most of them are...
Gratitude, even amid apparent chaos.
Peace, even surrounded by uncertainty. Peace, precisely there, peace and
surrender, the last surrender, that of the precious body, and make it from the
heart.
And once the eyes are closed, asleep, anesthetized ... surrender to
God, relinquish control of our life and put it in his hands.
To be born anew by the grace, to awaken to life, empty inside now, to be filled
with the New, with what is to come.
Thank the renewed freedom, offering the recovery in His hands, while
inspiration fills the mind and moves the spirit.
It is the moment to Be, to create, to live and to transmit and expand life.
That's what I'm here for. That is why I have come and returned.
In the different trials of life, when hopelessness and grievance come to our door… let us counteract them with a calm presence and inner gratitude.
May we all are able to appreciate the present and its gifts.
May we not lose ourselves in complaint, in perceptions of scarcity and lack,
but rather may we be able to cultivate a spirit of deep gratitude.
May we learn from all the opportunities that life offers us, as we walk through
it with love and gratitude.
Love
Daya
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