LA ESENCIA QUE NOS HABITA
El tiempo no resulta ser lo que parece.
Recibimos inspiración de las estrellas.
Volando a través de mundos inacabados, creadores de historias que rozan la única realidad.
Avanzamos en busca de la esencia que nos mueve y nos traspasa. Tan cercana a nosotros que no somos capaces de percibirla. Nos lleva una vida el encuentro…
El encuentro y la comprensión de dicha esencia a través de nuestro propio silencio.
La puerta es mirar hacia dentro. La llave es el corazón.
Muchos en apariencia, y en realidad sólo Uno.
Quien quiera mirar que vea, y que escuche el que tenga oídos para escuchar.
El más leve sonido del alba nos puede llevar a escuchar el silencio, y de ahí, a la eternidad, hay sólo un paso… un paso que se camina ahora.
Vivo mientras puedo vivir y trato de aceptar lo que vivo, aprender de ello.
Lo eterno está en lo cotidiano, en cada pequeño detalle de todo lo que nos rodea.
Nada es casual, más bien causal.
Todo tiene un propósito, todo está creado para nuestro mayor bien, con una finalidad de puro aprendizaje, experimentación a través de los sentidos, hasta que nos fundimos con nuestro único Ser.
Tú, que dudas de ti…
Si supieras que ya eres todo lo que quieres llegar a ser… sólo que aún no eres capaz de verlo.
Si supieras que el pasado, presente y futuro convergen aquí y ahora, y son infinitas tus posibilidades creadoras.
Si supieras que no es necesario esforzarse tanto por llegar a ser algo que no eres, más bien relajarse y permitirse ser, emerger desde los confines más profundos del alma... Entonces ya no es necesario tratar de estar presente, cuando se es presencia, ni esforzarse en meditar, cuando se es meditación en estado puro.
Con el tiempo, después de mucho esfuerzo, llega la suavidad, el aprendizaje de que tanto esfuerzo no es ya necesario. Y todo ocurre por sí mismo, sin prisas ni agitación, sin necesidad de proyectar o anticipar. El meditador es entonces naturalmente meditado, la propia fuente se llena de gozo al poder comenzar a entrar en contacto consigo misma. Ya no hay nada más que hacer, sino hacerlo todo inmerso en este SER, dejándose habitar por esta presencia que crece por dentro y todo lo envuelve, dejándose arrastrar por la corriente de la vida, manteniendo intacta la paz del interior.
El ecuánime guerrero en el campo de batalla…
Al sumergirse uno en la paz interior, desaparece el tiempo y llega la eternidad del instante.
Nuestra esencia nunca estuvo tan cerca, tan disponible, como lo está aquí y ahora.
Es necesario ahora volver al corazón, al origen de la creación.
Es tiempo para recordar.
De nuevo, por fin… SER.
Con amor,
Daya
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THE ESSENCE THAT INHABITS US
Time doesn't turn out to be what it seems.
We get inspiration from the stars.
Flying through unfinished worlds, creators of stories that touch the only reality.
We move on in search of the essence that moves us and passes us through. So close to us that we are not able to perceive it. It takes us a lifetime to encounter it ...
The encounter and understanding of such essence through our own silence.
The door is to look within. The key is the heart.
Many we are in appearance, and in reality only One.
Whoever wants to look, let him see, and let the one who has ears to listen.
The slightest sound of dawn can lead us to listen to silence, and from there, to eternity, there is only one step ... a step that is walked now.
I live while I can live and I do my best to accept what I live, to learn from it.
The eternal is in the everyday, in every little detail of everything that surrounds us. Nothing is casual, rather causal.
Everything has a purpose, everything is created for our highest good, with the objective of pure learning, experimentation through the senses, till we reach our one Self.
You, who doubt yourself ...
If you knew that you are already everything you want to become ... only that you are not yet able to see it.
If you knew that the past, present and future converge here and now, and your creative possibilities are endless.
If you knew that it is not necessary to try so hard to become something that you are not, rather to relax and allow yourself to be, to emerge from the deepest confines of the soul ...
Then it is no longer necessary to try to be present, when you are presence itself, nor make an effort to meditate, when you are pure meditation.
Over time, after much effort, comes the softness, the learning that so much effort is no longer necessary. And everything happens by itself, without rush or agitation, without the need to project or anticipate. The meditator is then naturally meditated, the source itself is filled with joy at being able to begin to come into contact with itself. There is nothing else to do, but to do everything immersed in this BEING, allowing yourself to be inhabited by this presence that grows inside and surrounds you, letting yourself be carried away by the current of life, keeping the peace of the interior intact.
The equanimous warrior on the battlefield ...
By immersing oneself in this inner peace, time disappears and the eternity of the instant arrives.
Our essence has never been so close, so available, as it is here and now.
Now it is necessary to return to the heart, to the origin of creation.
It is time to Remember.
Again, finally ... BE.
Love,
Daya
Bendiciones!
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