EL NACIMIENTO DE LA LUZ
Después del solsticio de invierno, la luz va creciendo poco a poco en nuestros días.
En un tiempo simbólico de gran oscuridad, Cristo nace como una luz que ilumina nuestro alma, como una presencia que nos habita y nos traspasa, que se manifiesta a través nuestro y se extiende desde nosotros, al mundo.
Él siempre dijo que es dando como se recibe y nos instó a amar al prójimo como a nosotros mismos. Dijo tantas cosas con un sentido tan profundo y tan importante, que durante tanto tiempo hemos pasado por alto.
Es tiempo ahora de encarnar su mensaje y hacerlo nuestro, desde dentro, sintiendo cada una de sus palabras y comprendiéndolas por fin, sabiendo que son el camino, la verdad y la vida, sabiendo que el Reino ya está en nuestro interior y únicamente tenemos que abrir suficientemente los ojos para descubrirlo.
Es ahora el tiempo del nacimiento y de la estrella, de la conjunción de los astros, de las ofrendas, los reyes y los pastores, del reconocimiento de la realeza divina del alma, el resplandor de los verdaderos discípulos de Cristo, los de ahora y los que están por venir.
Son tiempos de cambio, de metamorfosis, de salir de la crisálida y volar, de abrirse al mundo y compartir potencialidades, de entregarse por completo al proceso de la vida siendo consecuentes con lo que vibra en lo más profundo de cada uno.
Es momento de pasar a la acción, de poner en común lo aprendido, de ser luz que ilumina al mundo.
Todo ocurre ahora.
Cristo nace, en el interior de cada uno, ahora.
Entre todas nuestras ocupaciones y quehaceres, hagamos un hueco para su altar, dejemos espacio para apreciar su llegada, recibámosle con la mayor reverencia de nuestra alma.
En realidad Él ya está aquí, en nosotros.
Convirtámonos en esta presencia, permitamos que la Conciencia Crística nazca y crezca en nuestro interior, comencemos por percibirlo en nosotros y después en los demás, extenderlo a toda la creación, y desde ahí, creemos un nuevo mundo, el corazón abierto a Dios y a los demás.
“Gloria a Dios en el cielo y en la Tierra, paz a los hombres de buena voluntad” Lc 2,14
Con amor, Feliz Navidad.
Daya
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THE BIRTH OF LIGHT
After the winter solstice, the light grows little by little in our days.
In a symbolic time of great darkness, Christ is born as a light that illuminates our soul, as a presence that inhabits and pierces us, that manifests itself through us and extends from us to the world.
He always said that it is by giving as we are able to receive and he urged us to love our neighbor as ourselves. He said so many things with such a deep and important meaning that we have overlooked for so long.
It is now time to embody his message and make it ours, from within, feeling each of his words and finally understanding them, knowing that they are the way, the truth and the life, knowing that the Kingdom is already within us and we only have to open your eyes enough to discover it.
It is now the time of the birth and of the star, of the conjunction of the celestial luminaries, time of the offerings, the kings and the shepherds, of the recognition of the divine royalty of the soul, the shining of the true disciples of Christ, those of now and those who They are about to come.
These are times of change, of metamorphosis, of emerging from the chrysalis and flying, of opening up to the world and sharing potentialities, of surrendering completely to the process of life, being consistent with what vibrates in the deepest part of each one.
It is time to take action, to share what we have learned, to be a light that illuminates the world.
Everything happens now.
Christ is born, inside each one, now.
Among all our occupations and chores, let us make room for his altar, let us leave space to appreciate his arrival, let us receive him with the greatest reverence of our soul.
In reality He is already here, in us.
Let us become this presence, let the Christ Consciousness be born and grow within us, let us begin by perceiving Him in ourselves and then in others, extending it to all of creation, and from there, be able to create a new world, with the heart open to God and humanity.
"Glory to God in heaven and on earth, peace to men of good will" Lk 2,14
Merry Christmas, Love,
Daya
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