Saturday, 26 March 2016

LONGING FOR GOD LIKE A DOG FOR HIS OWNER - ANHELAR A DIOS COMO UN PERRO ANHELA A SU DUEÑO




LONGING FOR GOD LIKE A DOG FOR HIS OWNER

My personal adventure with my dog started after my first visit to an astrologer in Amma´s ashram (Amritapuri, Kerala, India).
He told me many interesting things about my life, past, present and future, and many issues about myself that were so personal that I would say it have taken me a lifetime to realize from myself most of the things he said to me in barely an hour.
I apparently had some karma related with animals, which is congruent with my feelings and love towards them since childhood. When he suggested it was positive for me to feed animals, specially dogs, I made a decision to have a dog myself, a decision that had been always present but has been postponed. I thought: “How could I find a better way to feed a dog than having one myself?” I started to pray Amma so that the situation became suitable to have it by my side. The image of a white dog of small size came to me.
Soon after this, I went to the animal shelter in my place and adopted a loving small white dog and I named her Kali. I just knew it was her since I saw her, looking at me, calm and serene- no barking at all- with her small dark eyes. At the beginning I felt like an astronaut, not knowing what to do with that living creature at home, but soon we were getting used one to another and a nice relationship was getting stablished.
I live near the countryside, and the best moments of the day are the long walks with her in the nature, surrounded by trees, mountains, birds, astonishing views of the sea and the mountains, that make me feel so connected with God and creation.
She is a wonderful and loving dog, obedient, always ready to do what I ask her, always wanting to be by my side, close to me, longing for my presence, my care and attention, at any time, any moment, no matter what.
I feel she is a very pure soul, a real angel by my side.
I cannot express with words how grateful I feel for all the love and valuable teachings I have received through her: Patience, discipline, perseverance, detachment, responsibility… and most importantly: unconditional love.
After observing her carefully, I started to consider that many of these attributes are also desirable in the spiritual path.
Sometimes we experience ups and downs; we are not always “connected” with the same intensity.
The feeling of being less “connected” makes me suffer. I say to myself: “how could I let this happen? How could I lose my connection? What did I do wrong?” And I start praying and praying and longing for God so badly, so the equilibrium may be restored in my mind with the help of deeper meditation. This yearning, this desire is present in many moments in my life, but it appears to be stronger when I feel I am a “prodigal son”. This distance from God is just apparent, because He is already by our side. It is us who are not able to notice Him. And we yearn for something that we already have in our essence…but we have forgotten it. We have a veil in front of us that blinds our senses… and we keep longing so that again we are One with the Divine, our true nature, our birth right.
When observing my dog, I notice that she always has that yearning towards me. I can see it in her eyes looking at me with a craving urge, a first order necessity. She can sit for hours, patiently waiting for me.
 I take her as my example of an ideal longing. What a grace if we could feel that enormous longing for God in our lives every day! Make Him the unique and most important goal of our lives! And not get lost into the senses and the distractions of Maya (the cosmic illusion).
It does not matter if we live in the world or in an ashram. The distraction is in our mind. We can live surrounded by monks and monastic life and yet have a restless mind. We can live in the roaring noise of a city and have an altar of peace installed in our hearts.
If we have God in our mind, no matter what we do, we will succeed.
There are many distractions around us, but the main challenge is cultivating that presence of God inside us, that immense love of the Divine Mother permeating all our accomplishments.
Let`s love God for the sake of it, without expectations of visions, miracles or special treatments.
Let`s love Him for the sake of Love itself, because that is the thing we most importantly can feel in our hearts: a sincere, unconditional love for God.
May all can have this real longing for God… like a dog for his owner.
Daya

 
ANHELAR A DIOS COMO UN PERRO ANHELA A SU DUEÑO

Mi aventura personal con mi perro empezó después de mi primera visita a un astrólogo en el ashram de Amma (Amritapuri, Kerala, India).
El me contó muchas cosas interesantes de mi vida, pasado, presente y futuro, y muchas cuestiones acerca de mí misma que era tan personales que podría decirse que me ha llevado una vida darme cuenta por mí misma de la mayoría de las cosas que él me dijo en apenas una hora.
Al parecer, yo tenia un karma muy relacionado con los animales, lo cual es congruente con mis sentimientos y amor hacia ellos desde la infancia. Cuando sugirió que era positivo para mí para alimentar a los animales, especialmente a los perros, tome la decisión de tener un perro yo misma, una decisión que había estado siempre presente, pero habia sido pospuesta. Pensé: "¿Qué mejor manera de alimentar a un perro que tener uno yo misma?" Empecé a rezar Amma para que la situación fuera la adecuada para tenerlo a mi lado. La imagen de un perro blanco de tamaño pequeño vino a mi mente.
Poco después de esto, fui al refugio de animales en mi lugar de residencia, adopté un perro blanco pequeño y le llamé Kali. Supe que era ella desde que la vi, mirandome a través de los barrotes, tranquila y serena- sin ladrar en absoluto- con sus pequeños ojos oscuros. Al principio me sentí como una astronauta, sin saber qué hacer con esa criatura viva en mi casa, pero pronto nos habíamos acostumbrando la una a la otra y una bonita relación comenzó a establecerse.
Yo vivo cerca del campo, y los mejores momentos del día son los largos paseos con ella en la naturaleza, rodeada de árboles, montañas, aves, vistas impresionantes del mar y las montañas, que me hacen sentir muy conectada con Dios y la creación.
Ella es una perra maravillosa y cariñosa, obediente, siempre dispuesta a hacer lo que le pido, siempre con ganas de estar a mi lado, cerca de mí, anhelando mi presencia, mi cuidado y atención, en cualquier momento, a cualquier hora, no importa qué ocurra alrededor.
Siento que ella es un alma muy pura, un verdadero ángel a mi lado.
No puedo expresar con palabras lo agradecida que me siento por todo el amor y las enseñanzas valiosas que he recibido a través de ella: La paciencia, la disciplina, la perseverancia, el desprendimiento, la responsabilidad ... y lo más importante: el amor incondicional.
Después de observar con atención, empecé a considerar que muchos de estos atributos también son deseables en el camino espiritual.
A veces experimentamos altibajos; No siempre estamos "conectados" con la misma intensidad.
La sensación de estar menos "conectada" me hace sufrir. Me digo a mí misma: "¿cómo he podido permitir que esto suceda? ¿Cómo he podido perder mi conexión? ¿Qué hice mal? "Y comienzo orar y orar y a anhelar a Dios con tanta intensidad, que el equilibrio puede ser restaurado en mi mente con la ayuda de la meditación  profunda. Este anhelo, este deseo está presente en muchos momentos de mi vida, pero parece ser más fuerte cuando siento que soy una "hija pródiga".
Sin embargo, este alejamiento de Dios es sólo aparente, porque El ya está a nuestro lado. Somos nosotros los que no somos capaces de darnos cuenta de que está ahi. Y anhelamos algo que ya tenemos en nuestra esencia ... pero que hemos olvidado. Tenemos un velo delante de nosotros que nos ciega los sentidos ... y seguimos anhelando algo que en ocasiones parece incierto, y que en realidad es volver a ser uno con lo Divino, nuestra verdadera naturaleza, nuestro derecho de nacimiento.
Al observar a mi perra, me doy cuenta de que ella siempre tiene ese anhelo hacia mí. Puedo verlo en sus ojos mirándome con un fuerte impulso, una necesidad de primer orden. Ella puede sentarse durante horas, esperando pacientemente por mí.
 Yo la tomo como mi ejemplo de un anhelo ideal. ¡Qué gracia si pudieramos sentir ese enorme deseo de Dios en nuestras vidas todos los días! ¡Hacer de El la meta única y más importante de nuestras vidas! Y no perdernos en los sentidos y las distracciones de Maya (la ilusión cósmica).
No importa si vivimos en el mundo o en un ashram (monasterio). La distracción está en nuestra mente. Podemos vivir rodeados de monjes y vida monástica y sin embargo tener una mente inquieta. Podemos vivir en el rugido de una ciudad y poseer un altar de paz instalado en nuestra mente y nuestros corazones.
Si tenemos a Dios en nuestra mente, no importa lo que hagamos, tendremos éxito.
Hay muchas distracciones que nos rodean, pero el reto principal es cultivar la presencia de Dios dentro de nosotros, ese inmenso amor de la Madre Divina que impregna todos nuestros logros.
Que seamos todos capaces de amar a Dios, sin expectativas de visiones, milagros o tratamientos especiales.
Que seamos todos capaces de amar, porque el Amor es un fin en si mismo, porque eso es lo que más importante que podemos sentir en nuestros corazones: un amor sincero, incondicional a Dios.
Que todos podamos tener este verdadero anhelo hacia Dios ... como un perro anhela a su dueño.

2 comments:

  1. Realmente precioso y emotivo relato, propio de tu sensibilidad espiritual. Tengo la fortuna de conocerte y conocer a Kali. Es una angel incondicional SIEMPE a tu lado, pero...TU no necesitas de un angel a tu lado, TU ya eres un angel en la tierra.
    Daya muchas gracias por hacernos participe de TUS ricas experiencias.
    Dios te bendiga.

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  2. Gracias Silvia por compartir tu riqueza espiritual.

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