PRAYER FROM THE HEART - UNA ORACIÓN DESDE EL CORAZÓN

 

 

PRAYER FROM THE HEART

 

My latest discovery is Being.

Not wanting, not thinking, not doing… just Being… while doing or not doing, while thinking or not thinking…

Abide in Being.

Being leads me to Silence, pure observation of the stillness that links us all.

Silence is where I encounter You.

You encounter Me in the Silence.

And in this Silence, inspiration comes from the heart… and takes over.

There I am, speaking without words, in a timeless conversation.

Remembering what needs to be remembered in this pathless path.

Love and surrender naturally come, distilled from the pain of existence.

I surrender the last drop of my being.

The exudate of all my learning.

I cling to Thee with every breath.

I am.

 

 

“Offering my essence, the purity of a crystal heart, at Thy feet.
Thy will be done.
I surrender my life, my actions and my thoughts to Thee.
Even the slightest will of change and healing… it’s my offering.
My frustration, my pain, my sorrow.
My strenght, my will power, my hope, my faith, my love.
What else can it be done but to abide in Thee alone?
What else but Love and praise Thyself?
Thou art present in everything and everyone, always.
Thou art pervading all creation.
Thou art the power of healing through our minds and spirits.
Raising from the ashes is not an easy task.
Life is humbling.
I do all that I have to do.
The rest…
I surrender to Thee.
With love”

Daya

 

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UNA ORACIÓN DESDE EL CORAZÓN

 

Mi último descubrimiento es sencillamente Ser.

No desear, no pensar, no hacer ... solo Ser ... mientras hago o no hago, pienso o no pienso ...

Permanecer en el Ser.

El Ser me lleva al Silencio, la pura observación de la quietud que nos une a todos.

El Silencio es donde te encuentro.

Tú me encuentras en el silencio.

Y en este Silencio, la inspiración viene del corazón ... y toma posesión de mí.

Ahí me encuentro, hablando sin palabras, en una conversación atemporal.

Recordando lo que hay que recordar en este camino sin camino.

El amor y la entrega llegan naturalmente, destilados del dolor de la existencia.

Entrego la última gota de mi ser.

El exudado de todo mi aprendizaje.

Me aferro a Ti con cada respiración.

Yo soy.

 

 

“Ofrezco mi esencia, la pureza de un corazón de cristal, a Tus pies.

Hágase tu voluntad.

Te entrego mi vida, mis acciones y mis pensamientos.

Incluso la más mínima voluntad de cambio y curación ... es mi ofrenda.

Mi frustración, mi dolor, mi pena.

Mi coraje, mi fuerza de voluntad, mi esperanza, mi fe, mi amor.

¿Qué más se puede hacer sino permanecer solo en Ti?

¿Qué más sino amarte y alabarte?

Estás presente en todo y en todos, siempre.

Estás impregnando toda la creación.

Tú eres el poder de curación a través de nuestras mentes y espíritus.

Resucitar de las cenizas no es una tarea fácil.

La vida se encarga de enseñarnos humildad.

Yo… hago todo lo que tengo que hacer.

El resto…

Te lo ofrezco a ti.

Con amor”

 

Daya