EL YOGA DE LA VIDA - YOGA OF LIFE

 

EL YOGA DE LA VIDA

 

Regreso de nuevo a la vida, después de la ultima recaída.

Regresa renovada la frescura de la inspiración tras un periodo de sequía y esterilidad.

 

El significado del Yoga que practico va mas allá de las asanas y las ocasionales sentadas de meditación. En realidad, es una presencia continua y sin esfuerzo, durante el reposo y la actividad, una sabiduría a aplicar en cada aspecto de nuestra existencia.

Ahí, en lo cotidiano, es donde realmente tiene valor el conocimiento y donde tenemos la oportunidad de aplicarlo, para afrontar los desafíos a los que todos nos enfrentamos.

Es el Yoga de la vida.

 

Mi situación en particular me ayuda a reflexionar acerca de la resistencia de la que es capaz un ser humano mientras convive con una crónica y dolorosa enfermedad.

La capacidad de convertirse en un autentico guerrero, un luchador incansable, sacando fuerzas de donde sea para poder seguir soportando los variados síntomas y dolores y seguir caminando, siempre hacia delante, en la búsqueda de la salud y el bienestar.

 

Por más que he caminado, por este arduo camino de la vida, nunca he llegado a ellos.

El presente no ha manifestado esa salud y bienestar que mi mente y mi alma tanto ansían.

Sin embargo, no pierdo la esperanza de que en algún momento, no muy lejano, será así.

Mientras tanto, sigo cultivando el alma al mismo tiempo que tomo el necesario cuidado del vehículo que lo sostiene.

 

El proceso de mi enfermedad ha sido y es una de las mayores lecciones de mi vida, y lo que fundamentalmente ha modelado mi personalidad, mi empatía y mi compasión hacia otros seres, y orientado mi búsqueda, primero hacia fuera, y finalmente, hacia el interior.

El dolor y el sufrimiento han sido para mi la puerta de entrada en la espiritualidad y la búsqueda del Ser que Soy, el motor fundamental que me ha animado en la dirección del reconocimiento de mi propia naturaleza.

 

La esencia de mi alma es la paz y la felicidad mas pura, la aceptación plena y la unidad con todos y todo lo creado.

Nada hay más importante para mi que la profundización en la esencia de mi Ser.

Nada hay en este mundo que pueda empañar, que reste protagonismo o importancia a mi más provechosa dedicación, el reconocimiento de mi Ser.

 

Este amor por la Verdad, por la profundización en el conocimiento, anima cada uno de mis actos y pensamientos, cada faceta y dimensión de mi vida.

Esta sabiduría, vacía ya de conceptos y llena de sentimiento experiencial, es la que me ayuda a lidiar con los desafíos de mi vida, y actúa como una brújula que marca la dirección a seguir.

Una paz y felicidad renovadas van coloreando suavemente mi vida con su suave tonalidad, surgiendo como un manantial del centro de mi pecho, y permeando todo cuanto me rodea.

 

En ocasiones, como hoy, tras la oscuridad me toca la luz de la gracia y el éxtasis se apodera de mí. Señales y ayuda, ángeles de otra dimensión, cernícalos sobrevolando el cielo sobre mi cabeza.

Esta mañana he meditado en lo alto de la montaña, mi “Arunachala” particular, rodeada sólo por las rocas, los arboles y los pajaros, la brisa acariciando suavemente mi piel.

Esta mañana me he reconciliado con mi Ser y he vuelto a habitarlo de nuevo, con una profundidad inesperada.

Esta mañana he recuperado la claridad, después de tantos días en penumbra, el velo de la mente desvelado.

Esta mañana he vuelto a ser yo, después de una agónica despersonalización.

Esta mañana… es ahora.

 

Lo que más me afecta de mis recaídas en el plano físico no es tan solo el dolor que se manifiesta, ni los diversos sintomas, sino el sufrimiento mental asociado, la incapacidad de conectarme conmigo misma, el agotamiento supremo, la pesadez y la niebla mental, la pérdida de memoria, la dificultad de realizar cualquier plan o tarea, incluso las mas sencillas, la dificultad para pensar, y en mayor medida, relacionarme, pensamientos repetitivos, bloqueo y cortocircuito mental,… una autentica y pesada carga con la que convivo…

 

Sin embargo, siento que estoy sanando, poco a poco, mientras hago el esfuerzo de cuidar mi cuerpo, a la vez que cuido mi alma.

Siento que estoy sanando, y me toca vivir asimismo las diversas etapas de esta, mi sanación, sus altos y bajos, sus avances y retrocesos, sus crisis curativas,… todo forma parte del camino, para llegar a uno mismo, y ser consciente de la raíz de la verdadera sanación, que nace de nuestra verdadera esencia.

Todo lo que experimento, lo viven también otros, de una forma similar, a medida que avanzan en sus propias experiencias.

Muchos estamos sanando, despertando, uniendo nuestras luminosas consciencias, actuando como una red de faros que ilumina el Mundo que es nuestro Ser.

Nadie dijo que el camino fuera fácil.

Quizá algunos de nosotros, quizá todos, recordaremos que al final del camino, sin tiempo ni espacio, nos encontramos con nosotros mismos, el punto de partida y fin de nuestra búsqueda. Llegará un momento, algún presente, en que se verá claro el resultado de todo nuestro esfuerzo, tras completar el trabajo que vinimos a hacer aquí.

 

Ahora, lo más importante es seguir profundizando en nuestro Ser, en la amplitud expansiva del corazón y extender el amor y la paz que son la naturaleza de nuestra existencia.

Utilizar cada situación de la vida para perfeccionarse, para avanzar aun mas hacia la percepción de nuestra esencia hasta ser capaces de habitarla.

 

Que este conocimiento de nuestro Ser pueda ser el motor de nuestros pensamientos y acciones.

Que podamos convertirnos en focos que emanan y extienden esa vibración amorosa.

Que todos podamos ser una fuente de este Amor, compartido por toda la creación.

Que nos convirtamos en maestros del verdadero Yoga, el Yoga de la vida.

 

Con amor,

Daya

 

💗(Mi más profundo agradecimiento y reverencia a los maestros y a todos los santos, especialmente a Amma, en mi corazón, y Rupert Spira, y a Anthony William @medicalmedium por ser el capitán del barco de mi sanación.)

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YOGA OF LIFE

 

I come back to life again, after the last relapse.

The freshness of inspiration returns anew after a period of drought and sterility.

 

The meaning of the Yoga that I practice goes beyond asanas and occasional meditation sit-ins. In reality, it is a continuous and effortless presence, during rest and activity, a wisdom to apply in every aspect of our existence. There, in the everyday life, is where knowledge really has value and where we have the opportunity to apply it, to face the challenges that surround us. It is the Yoga of life.

 

My situation helps me to particularly reflect on the resistance that a human being is capable of while living with a chronic and painful illness. The capability of becoming a true warrior, a tireless fighter, drawing strength from anywhere to be able to continue living with the various symptoms and pains and keep on moving, always forward, in the search for health and well-being.

 

As much as I have walked, through this arduous path of life, I have never reached them.

The present has not manifested that health and well-being that my mind and soul crave. However, I do not lose hope that at some point, not too far away, it will be like this. Meanwhile, I continue to cultivate the soul while taking the necessary care of the vehicle that supports it.

 

The process of my illness has been and is one of the greatest lessons of my life, and what has fundamentally shaped my personality, my empathy and my compassion towards others, and oriented my search, first outwards, and finally, inwards.

Pain and suffering have been for me the gateway to spirituality and the search for the Being that I am, the fundamental engine that has encouraged me in the direction of the recognition of my own nature.

 

The essence of my soul is the purest peace and happiness, full acceptance and unity with everyone and everything in creation.

Nothing is more important to me than deepening in the essence of my Being. There is nothing in this world that can tarnish, detract from the prominence or importance of my most profitable dedication, the recognition of my Being.

 

This love for Truth, for the deepening of knowledge, animates each one of my thoughts and actions, each facet and dimension of my life.

This wisdom, empty of concepts and full of experiential feeling, is what helps me deal with the challenges in my life, and acts as a compass that marks the direction to follow.

A renewed peace and happiness are gently coloring my life with its soft tonality, emerging like a spring from the center of my chest, and permeating everything that surrounds me.

 

Sometimes, like today, after darkness, the light of grace touches me and ecstasy takes hold of me. Signs and help, angels from another dimension, birds over the sky above my head. This morning I have meditated at the top of the mountain, my particular "Arunachala", surrounded only by rocks, trees and birds, the breeze gently caressing my skin. This morning I have reconciled with my Being and I have returned to inhabit it again, with an unexpected depth. This morning I have regained clarity, after so many days in darkness, the veil of the mind unveiled. This morning I was myself again, after an agonizing depersonalization. This morning… is now.

 

What affects me the most about my relapses on the physical plane is not only the pain that manifests itself, nor the various symptoms, but the associated mental suffering, the inability to connect with myself, the supreme exhaustion, the heaviness and the mental fog, the memory loss, difficulty in carrying out any plan or task, even the simplest ones, difficulty of thinking, and to a greater extent, relating with others, repetitive thoughts, mental block and short circuit, ... a real and heavy burden that I live with ...

 

However, I feel that I am healing, little by little, as I make the effort to take care of my body, at the same time that I take care of my soul.

I feel that I am healing, and I also have to live the various stages of this, my healing, its ups and downs, its advances and setbacks, its healing crises, ... everything is part of the path, to reach oneself, and be aware of the root of true healing, which is born from our true essence.

Everything I experience is also experienced by others, in a similar way, as they go through their own lives.

Many of us are healing, awakening, uniting our luminous consciences, acting as a network of lights that illuminate the World that is our Being. Nobody said the path was easy. Perhaps some of us, perhaps all of us, will remember that at the end of the path, without time or space, we find ourselves, the starting point and the end of our search. There will come a time, in a present moment, when the result of all our effort will be clear, after completing the work we came here to do.

 

Now, the most important thing is to continue deepening in our Being, in the expansive breadth of the heart and extending the love and peace that are the nature of our existence.

Now, more than ever, may we use each situation in life to improve and perfect ourselves, to advance even more towards the perception of our essence until we are able to inhabit it.

 

May this knowledge of our Being be the engine of our thoughts and actions.

May we all become lights of love emanating and expanding that loving vibration.

May we all be a source of this Love, shared by all of creation.

May we become masters of true Yoga, the Yoga of life.

 

Love,

Daya

 

 

💗(My deepest grattitude and reverence to my masters and all the saints, especially Amma, in my heart, and Rupert Spira, and Anthony William @ medicalmedium for being the captain of the ship of my healing.)

 

Kriya Yoga 

Amma 

www.rupertspira.com 

medicalmedium