EL PRESENTE EXPANDIDO… el milagro de cada instante
“El único aspecto del tiempo que es eterno es el ahora” “… que ninguna percepción falsa nos mantenga en su yugo… es esa calma clara, obvia, y segura lo que buscamos hoy” “Este mundo dura tan solo un instante” “Queremos ir más allá de ese ínfimo instante y llegar a la eternidad” - Un curso de milagros, lección 300.
Pensemos por un momento en la naturaleza del tiempo…
Cuando eres joven no ves de cerca el final de las cosas. Todo es principio y camino por recorrer. Todo es futuro proyectado hacia delante, dinámica, avance, movimiento…
Y de repente ocurre que pasa la vida y hay más tiempo por detrás que por delante, más tiempo transcurrido que por transcurrir. La mente se va llenando de recuerdos, de experiencias. Incluso hay personas, en otro momento cercanas, que pasan a formar parte de ese entramado de recuerdos.
Empieza uno entonces a percibir el tiempo de manera diferente, o más bien, a caer en la cuenta de su naturaleza efímera y transitoria.
Aquello que cambia, que no permanece, no puede por definición ser la esencia de las cosas.
No podemos, pues, definirnos a nosotros mismos basándonos en el tiempo, en la historia de nuestro personaje. Tiene que haber algo más que constituya la base y el sentido de la existencia, una parte más profunda a la que podamos acceder de alguna manera… a través de la vivencia del presente.
De esta manera, comienza uno a valorar y atesorar el presente, a poner atención en vivir la vida con una intensidad desbordante, dando importancia a todo, hasta a los detalles más insignificantes, especialmente a ellos, a las pequeñas cosas de cada día...
Cada día, cada instante es un milagro si elegimos percibirlo así. Inmersos en esa valiosa percepción, no encontramos ni pasado ni futuro, ni proyección hacia atrás o hacia adelante. Respiramos, sentimos… Habitamos en el eterno presente que nos rodea, nos inunda, nos envuelve y nos vive, igual que nosotros le vivimos a él, siendo uno con él.
En ese amable y suave sentir del presente somos capaces de entender el tiempo de otra manera, como un recurso de experimentación y aprendizaje.
Vivimos aparentemente inmersos en él, y aun así, nuestra naturaleza más profunda lo transciende.
Somos más grandes que el tiempo. El tiempo no puede contenernos, no puede acotarnos, no puede definirnos en una simple historia con un principio y un final.
Nuestra alma está alineada con las estrellas y los universos, y nuestra esencia es infinita.
¿Podría acaso nuestra conciencia infinita ser contenida en el finito transcurrir del tiempo?
Cada vez que profundizamos en la experiencia del presente expandido, nos convertimos en pura presencia, entramos en contacto con nuestra propia infinitud.
Un “ahora” que se extiende a toda la eternidad.
Sentir.
Latir.
Expandir.
Ser amor que todo lo envuelve.
Vivir inmersos en ese amor expandido.
Con amor,
Daya_____________________________________
THE EXPANDED PRESENT... the miracle of every moment
"The
only aspect of time that is eternal is now" "... may no false
perception keep us in its yoke ... is that clear, obvious, and sure calmness
that we are looking for today” "This world lasts only an instant"
"We want to go beyond that tiny instant and reach eternity"
- A Course in Miracles, Lesson 300.
Let's think for a moment about the nature of time
...
When you are young, you don't see the end of
things very close. Everything is in the beginning and a path to be walked.
Everything is future projected forward, dynamics, progress, movement ...
And suddenly it happens that life passes and there
is more time behind than ahead, more time elapsed than to elapse. The mind keeps
on filling with memories, with experiences. There are even people, at other
times close to us, who become part of that network of memories.
One then begins to perceive time differently, or
rather, to realize its ephemeral and transitory nature.
That which changes, that which does not remain,
cannot by definition be the essence of things.
We cannot, therefore, define ourselves based on
time, on the history of our character. There has to be something else that
constitutes the base and the meaning of existence, a deeper part that we can
access in some way ... through the experience of the present.
In this way, one begins to value and treasure the
present, to pay attention to living life with an overwhelming intensity, giving
importance to everything, even to the most insignificant details, especially to
them, to the little things of each day…
Every day, every moment is a miracle if we choose
to perceive it that way. In that meaningful perception there is neither past
nor future, neither backward nor forward projection. We breathe, we feel… We
live in the eternal present that surrounds us, floods us, envelops us and lives
us, just as we live it, being one with it.
In that soft and gentle feeling of the present we
are able to understand time differently, as a resource for experimentation and
learning.
We live apparently immersed in it, and yet our
deepest nature transcends it.
We are bigger than time. Time cannot contain us,
it cannot limit us, it cannot define us in a simple story with a beginning and
an end.
Our soul is aligned with the stars and the
universes, and our essence is infinite.
Could our infinite consciousness be contained in
the finite passage of time?
Every time we delve into the experience of the
expanded present, we become pure presence; we come into contact with our own
infinity.
A "now" that extends to all eternity.
Feel.
Vibrate.
Expand.
Be love that surrounds everything.
Live immersed in that expanded love.
Love,
Daya
Touching
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